135 años de historia y de servicio a los demás
El 11 de mayo recordamos que, en el año 1885, el P. Luis Amigó fundaba la Congregación de Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia en el Santuario de la Virgen de Montiel (Benaguacil, Valencia).
Hace 135 años la acción del Espíritu Santo, y por medio del Padre Luis Amigó- comenzaba su trayectoria la historia de la Congregación de las Hermanas.
Todo empezó a surgir a raíz del apostolado que el Padre Luis ejercía con las mujeres de las Congregaciones de la Tercera Orden Franciscana Seglar establecidas en los pueblos cercanos al Convento de La Magdalena, donde él residía.
Fueron aquellas seglares comprometidas las que ayudaron de forma determinante al Padre Luis a descubrir que Dios le llamaba a ser el iniciador de una nueva familia religiosa en el seno de la Iglesia.
Para ellas, a su medida escribió el Padre Luis Amigó las Constituciones. Pero antes de que se llevase a cabo la fundación canónica, unas piadosas mujeres que venían haciendo vida conventual en el Santuario de la Virgen de Montiel pidieron ser admitidas en el nuevo proyecto de vida. El padre Luis Amigó lo consintió.
Nada más nacer, la Congregación recibió su bautismo de sangre, al desatarse en Valencia una epidemia de cólera y fallecer, atendiendo a los enfermos, cuatro hermanas. El sacrificio, sin embargo, no fue baldío. Como fruto inmediato del mismo se abrió en Masamagrell –el 9 de agosto de 1885- un Asilo para niños, que ampliaba decisivamente el campo apostólico de la Congregación, establecido hasta ese momento en el hospital de Benaguacil.
La Congregación siguió creciendo y abriéndose camino, y hoy es una obra del Señor al servicio de los más necesitados y desamparados de la sociedad. Su camino misionero y social han dejado huella. Gracias Hermanas.