Año Jubilar Amigoniano
CARTA SUPERIORES GENERALES CON MOTIVO DE LOS 25 AÑOS DE LA VENERABILIDAD DE FRAY LUIS AMIGÓ
A LOS RELIGIOSOS TERCIARIOS CAPUCHINOS DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES A LAS HERMANAS TERCIARIAS CAPUCHINAS DE LA SAGRADA FAMILIA A LOS COOPERADORES AMIGONANOS AL MOVIMIENTO LAICAL AMIGONIANO A LOS LAICOS AMIGONIANOS, JUVAM Y ZAGALES
“Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándoos y perdonándoos mutuamente,… Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección. Y la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos” (Col 3, 12-15).
Queridos hermanos y hermanas: Paz y Bien. Al acercarse la fecha del 13 de junio, XXV Aniversario de la declaración de Venerable de nuestro Padre Fundador, Luis Amigó y Ferrer, con gran alegría nos dirigimos a la Familia Amigoniana, para fortalecer nuestra comunión e invitaros a todos a celebrar con solemnidad este día que da inicio, a la vez, a un Año Jubilar que nos ayude a reavivar el don de nuestra vocación (cf. 2Tim 1, 6), lo que nos permitirá dar brillo a la espiritualidad franciscano-amigoniana, recibida como herencia de nuestro Venerable Padre Fundador.
Hace 25 años, como conclusión de un largo proceso de estudio de la vida y obra de Luis Amigó, la Iglesia lo declaró “Venerable” reconociéndolo como un “gigante de la vida espiritual, modelo y prototipo de religiosos, sacerdotes, obispos y fundadores” y resaltando “que la vida del Siervo de Dios… fue un progresar constante en el camino de la perfección, de ahí su singular perseverancia en el ejercicio de las virtudes” (Congregación para las de Causas de los Santos, Decreto sobre la Canonización del Siervo de Dios Luis Amigó Ferrer).
Al comenzar este Año jubilar, todos nosotros estamos llamados a retomar la propia experiencia humana y espiritual en el hoy en que vivimos y a poner en práctica el Carisma que nuestro Padre nos dejó, viviéndolo y proponiéndolo a los demás con palabras y obras. , Hermanos y hermanas, aprovechemos este tiempo para enriquecer nuestra vida como amigonianos y amigonianas, releyendo los escritos de Luis Amigó retomando el material publicado sobre su vida y obra y difundiendo su conocimiento en todos los ámbitos donde somos presencia evangelizadora. Sabemos que en cada demarcación de las dos Congregaciones, en las comunidades e instituciones y en los grupos de Cooperadores Amigonianos y del Movimiento Laical Amigoniano, se han programado iniciativas para celebrar el día del XXV Aniversario, así como otras actividades para el resto del año. Acojámoslas con ilusión para reavivar en nosotros el espíritu del Padre Fundador que nos ilumine y nos ayude a ser, como levadura buena, fermento en la masa de nuestra sociedad, a través del testimonio de nuestra vida.
Para interiorizar más y mejor en sus virtudes y valores, os enviaremos, desde nuestras Curias Generales, seis fichas de estudio con los siguientes temas: 1. Luis Amigó, hombre de Dios por obra del Espíritu Santo. 2. Su vestidura, la humildad. 3. Su fe, ilimitada confianza en la Providencia. 4. Su obediencia, total abandono a la voluntad de Dios. 5. Su caridad, generosa entrega a Dios y al prójimo. 6. El fondo de su ser, la paz. Pastor Bonus 102 Boletín Mayo – Pág. 3 “PARA QUE SEAN UNO, COMO NOSOTROS SOMOS UNO” (JUAN 17: 22) Fundador La declaración de Venerable de nuestro Padre Fundador fue un paso importante en su causa de Beatificación; sin embargo, éste aún no ha llegado a su término, lo que no tiene porqué desanimarnos, conociendo la prudencia de la Madre Iglesia en estos procesos. Por el contrario, con renovado entusiasmo, retomemos otras iniciativas y sigamos encomendándonos con fe e insistencia a su intercesión. Así mismo, invitemos a otros para que, sobre todo en los momentos de necesidad, se encomienden a él y compartamos las gracias recibidas. Así contribuiremos a difundir el conocimiento de nuestro Padre Fundador y acrecentar la confianza en su intercesión. Que este Año Jubilar dé fruto abundante en nuestra vida y nos ayude a un verdadero crecimiento personal, en el amor, acorde con el proyecto original de Dios en nosotros, para ser “dignos” hijos e hijas de nuestro amado Padre Fundador.
Con nuestro fraterno abrazo, os deseamos un “feliz y santo Año Jubilar”. Hna. Ana Tulia López Bedoya Fr. Marino Martínez Pérez Superiora general Superior general Roma, 17 de mayo de 2017.