Cómo vivir desde la fe este tiempo de Pandemia
La fe, cuando es auténtica, totaliza, ilumina realmente nuestra vida.
La crisis es una realidad, no una fatalidad, es una invitación a crecer. Cuando sabemos elaborarla bien, salimos de ella fortalecidos.
Desde nuestro Carisma Amigoniano
Nuestro Carisma Amigoniano es un camino peculiar para vivir la fe.
El pecado es la gran crisis, provoca muerte, estar lejos del Señor: alusión al relato de la creación en el génesis. Creado a imagen y semejanza de Dios y para compartir su misma vida, la mala utilización de su libertad introdujo el pecado y el mal que han provocado una dinámica expansiva de muerte.
La Redención de nuestro Dios, volcado misericordiosamente en Cristo para compartir nuestra realidad de mal y transformarla en vida para nosotros, su Vida en plenitud.

El Buen Pastor, Salmo 22, Aunque pase por cañadas oscuras nada temo porque tu estás conmigo tu vara y tu cayado me infunden aliento…
La Sagrada Familia con María Dolorosa: colaboración en la Redención de Cristo, acogida, protección, fortaleza, ambiente familiar que integra y vence el sufrimiento.
San Francisco testigo de la misericordia de Dios en su tiempo, juglar de reconciliación, fraternidad universal, instrumento de paz…
En consecuencia, nuestra actuación es colaborar con la redención de Cristo para los más golpeados por el mal: propiciando la toma de conciencia de la propia fragilidad para reencontrarse de forma nueva, con la dignidad de hijos de Dios.
Retornar a Cristo, reorientar la vida, pasar de la muerte a la vida… Todo un proceso de recuperación, de revivir, de reestructurar la vida… purificación.
Retornar a la familia, a la sociedad… ser nosotros familia para los que retornan.
Artífices de una sociedad nueva que brota de la Redención, de la misericordia, con unos parámetros totalmente distintos, los del Reino de Dios.
+ Fr. Bartolomé Buigues Oller, TC