Encuentro de Familia Amigoniana
Ya estamos solo a unos pocos meses de encontrarnos como Familia Amigoniana para reflexionar sobre el acontecer de la Familia Amigoniana y su devenir las enciclíca del Papa y el camino sinodal.
La Laudato Si es una encíclica escrita por el Papa Francisco en 2015, en la que se aborda la problemática del cambio climático y el cuidado del medio ambiente desde una perspectiva ética y espiritual. Algunos de los principios fundamentales que se destacan en la Laudato Si son:
- La interdependencia de todas las criaturas: se reconoce que todos los seres vivos están interconectados y que el daño a una parte del ecosistema afecta a todo el sistema.
- El cuidado de la casa común: se enfatiza la importancia de cuidar y proteger nuestro hogar, el planeta Tierra, y se reconoce que los seres humanos tienen una responsabilidad especial en su cuidado.
- La justicia social: se señala que los más pobres y vulnerables son los más afectados por la degradación ambiental, y se hace un llamado a la justicia y la solidaridad para protegerlos.
- La conversión ecológica: se insta a los individuos y a las comunidades a cambiar sus estilos de vida y a adoptar hábitos más sostenibles, tanto a nivel personal como colectivo.
El Camino Sinodal, por su parte, es un proceso de discernimiento y reflexión que busca involucrar a toda la Iglesia en la búsqueda de soluciones a los desafíos pastorales que enfrenta. Algunos de los principios fundamentales del Camino Sinodal son:
- La participación de todos los bautizados: se reconoce que la Iglesia está formada por todos los bautizados, y que todos tienen un papel que desempeñar en la misión de la Iglesia.
- La escucha mutua: se busca crear un espacio de diálogo y escucha, en el que se valoren las opiniones y las experiencias de todos los participantes.
- La discernimiento comunitario: se busca tomar decisiones a través de un proceso de discernimiento comunitario, en el que se buscan las respuestas más adecuadas a los desafíos pastorales.
- La sinodalidad: se busca que todas las decisiones se tomen de forma colegiada y participativa, reconociendo la importancia de la colegialidad en la vida de la Iglesia.