Gracia recibida
A el padre Luis gracias infinitas por todas las gracias recibidas por su intercesión, de quien soy devota desde hace muchos años, cuando en el Colegio de La Pureza del Cañamelar cayó en mis manos un boletín de Fray Luis Amigó y lo leí con tanto entusiasmo que no tuve más remedio que intentar averiguar todo lo relativo al Padre Luis Amigó.
Y, ¡cuál no sería mi sorpresa!, que la monja con la cual me unía y con la que tenía una gran amistad, la hermana Consuelo Roig, me contó muchas cosas de él. Pues el padre Luis le había dado la comunión a ella siendo pequeña. Y con todo lo que me iba contando yo me hacía más devota. Y en los momentos más difíciles siempre acudo a él y me comprende y alivia.
Un afectuoso saludo.
Concha, Valencia – España.