Los Amigonianos dan sorpresa. En algunas ocasiones se ha dicho que cada vez somos menos y en algunas ocasiones algunos medios han desestimado la labor de las comunidades y obras de la Familia Amigoniana, pero siempre la realidad y los hechos hablan por sí solos, los miles de jóvenes reeducados, los centenares de alumnos de las instituciones educativas tanto de primaria, secundaria y universidad que cada año egresan de obras dirigidas por los Amigonianos alrededor del mundo.

El trabajo de los laicos Amigonianos se comienza a dibujar con especial importancia cuando les damos voz a tanto que adolescente y nos constituimos en una oportunidad y les damos mano solidaria y misericordiosa, de esta manera caminamos justos en la fe y seguimos las huellas del padre Luis Amigó.

Esto es evidencia concreta y elocuente del testimonio que desde la Espiritualidad y el Carisma Amigonianos nace del corazón de cada uno de los integrantes de las diferentes comunidades que hacen parte de la gran Familia Amigoniana que siempre va más allá.

Los laicos Amigonianos vibramos con el evangelio y con las enseñanzas del pedagogo del Amor el padre Luis Amigó, nos entusiasma saber combinar la fe y la alegría de ser Zagales del Buen Pastor e ir en pos de la oveja descarriada para devolverla al aprisco.